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domingo, 8 de febrero de 2015

Tortura y muerte iniciática

San Antonio, San Lorenzo, San Juan, el mismísimo Jesús, el "Krhistos" todos ellos y muchos más, torturados, despedazados, braseados o crucificados, en su particular muerte iniciática.

Los demonios que desmebran a San antonio, o los que asan en una parrilla a San lorenzo, son idénticos aunque diferentes, por que son los propios demonios de cada uno de nosotros.

Aquellos a los que nos enfrentamos todos los días, o a los que ni siquiera nos enfrentamos, o no sabemos que están ahí.

Solo la muerte inciática, nos faculta para el descenso a lo más profundo de nuestros infiernos tenebrosos, a los que en muchas ocasiones no nos atrevemos a mirar ni de soslayo, puesto que sabemos cual es el "via crucis"...o camino iniciático de transformación que habríamos de transitar.

Este camino además de ser doloroso por ser una metamorfosis profunda, quema el puente que nos podría reconectar con el aspecto al que morimos, por lo tanto, es una pérdida total e irrecupearable, por lo que el dolor será muy profundo.

La pérdida de un ser querido, una ruptura dolorosa, o el desenmascaramiento de una arraigada falsa identidad, podrían hacer que nos desmoronásemos como un castillo de naipes.

Este "shock" o colapso, generarán indefectiblemente una serie de acciones y reacciones en cadena.

De pronto cambia un paradigma, y con el, un aspecto de nuestra psichée ligado a el, este cambio actúa en 4  niveles, mental, emocional, físico e incluso espiritual.

Este cambio-muerte, sino va acompañado de dolor y de duelo, no se instalará en nuestro ser de la manera que podamos dar por zanjado un aspecto que convivía con nuestro ego de manera simbiótica.

Dado el dolor producido, por tanto, podemos decir que cuando hay una transformación profunda a nivel de metamorfosis, le ganamos una partida mas a nuestro ego, el cual desfragamentamos cada vez que tenemos una experiencia de esta magnitud.

Habitualmente, la vida con sus verificadores, suele traernos pruebas similares a las que acabamos de superar, para medir si quedan residuos que pulir...solo manejando con maestría las situaciones sabremos que hemos trascendido inciáticamente el mito o situación que afrontamos o a la que nos enfrentamos...

Resucitar, es volver a la vida..Con cada muerte iniciática podremos resucitar de nuevo, renovados y un poco mas purificados y glorificados..como los "santos" con sus mandorlas luminosas...los huevos aúricos numinosos que adornan sus cabezas símbolos inequívocos de una mayor toma de conciencia..

Felices muertes iniciáticas....