
Para poder "escapar" de este bombardeo incesante de matrices de control y sometimiento, es fundamental observar la incoherencia de los procesos que siguen manteniendo anclada esta energía de baja frecuencia, alimentada por las "armas de distracción masiva", como son la televisión y los periódicos o revistas.

Desde como nos vestimos, hasta como y donde desayunamos. La forma de ordenar y guardar la ropa, o de limpiar la casa.
Las manías o costumbres, de las que no nos podemos deshacer, o no queremos dejar de hacer, porque pensamos que nos traería mala suerte....¡¡¡¡
En todo rito, liturgia, o manera de hacer algo, radica una energía que de manera consciente o subconsciente está actuando en nuestras vidas de forma muy poderosa.

Prestemos atención a nuestros comportamientos mecánicos que lleven aparejada una fuerza o energía de corte ligera o claramente obsesiva, porque ahí radica parte de la realidad que vivimos cada día.
Si no nos gusta algo, cambiemos el ritual que nos ancla en esa energía, por otro que nos empodere...