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jueves, 17 de noviembre de 2016

Final de los tiempos.........

Cuando se habla del final de los tiempos, es que hay mas de uno. La física cuántica nos ha demostrado, o cuanto menos puesto en tela de juicio la física mecanicista de Newton, en la que el observador está separado del entorno, y por consiguiente no tiene efectos intervencionistas, sino solo de interactuación.

Los multiversos, la teoría de cuerdas, el bosón de Highs, el doble de Garnier-Malet, se han ido desplegando cual piezas de ajedrez dentro de este inmenso tablero cósmico para aseverar y constatar las teorías de Max Planck, a quién le debemos inventos como el smart-phone que llevamos en el bolsillo, el cual es pura magia cuántica.

Os habéis preguntado alguna vez, como es posible que una llamada, un mail o un wassap, acierten de pleno a la persona que se lo enviamos aunque esté en la otra parte del planeta?, yo sí, y mi mente mecanicista es incapaz de entenderlo.

Ese es el motivo que nos lleva a pensar, que para entender esta "magia" nos tenemos que conectar a otro espacio-tiempo, y existen versiones de nosotros que vibran en otras coordenadas, a las que podemos acceder mediante técnicas específicas para alinearnos con estas vibraciones de nosotros mismos..

Volviendo al final de los tiempos, y tras esta breve explicación, podemos decir que el tiempo no existe, por lo que los tiempos como percepción están tocando a su fin para confluir en un mismo "espacio-tiempo" que permita entender y entendernos, solucionando así la ecuación que ha mantenido separado al ser humano de su divinidad y de su herencia cósmica.

Trascendiendo nuestro "ego" el cual vive en el pasado o en el futuro, nos colocamos en el presente desde donde podemos alinear todas nuestras multi-versiones para alcanzar el máximo potencial.

Algunas pistas son: no juzgar, aceptar, cuestionarse a uno mismo, expresarse con respeto, y respetar las opiniones de los demás, estar abiertos al aprendizaje, meditar y escucharse desde el ser, no de esde la mente, y ser útil a los demás en todo lo que tengamos habilidades.

En definitiva, abandonar los ropajes de todos nuestros personajes de esta obra teatral, para adentrarnos desnudos tras las candilejas del oceáno cuántico de lo potencial, cocreando así la mejor versión y facilitando el final de los tiempos.